Narración: El 12 de septiembre de 1973, en el Upper East Side de Manhattan, una mujer de 29 años entró al quirófano en el Hospital New York.
Un cirujano hizo una incisión en su abdomen y sacó un óvulo de su ovario. Si el procedimiento salía como estaba planeado, Doris Del-Zio se convertiría en la primera mujer en el mundo en concebir un bebé a través de la fecundación in vitro o FIV, por sus siglas en español. El cirujano puso el óvulo en un tubo de ensayo y fue a buscar al esposo de Doris.
John Del-Zio: Y esperé hasta que tuvo… tuvo el óvulo en el tubo y le había puesto nutrientes y lo había sellado y me lo dio a mí. Y dijo: "Váyase a donde el Dr. Shettles". Tomé el tubo de ensayo y lo puse debajo del brazo para mantenerlo caliente, pensé, y me fui a Columbia en un taxi.
Narración: Quince minutos después, John Del-Zio llegó al Hospital Columbia Presbyterian. Esperándolo en el vestíbulo, cerca del baño de hombres, estaba el mayor experto en FIV del país, el Dr. Landrum Shettles.
John Del-Zio: Y me dijo: "Ahora, tome este otro tubo, vaya al baño de hombres..." (risa entre dientes), "y tráigame un poco de esperma". Así que eso es lo que tuve que hacer. Entré y obtuve el esperma. Se lo traje, se lo entregué y me dijo: "Bueno, lo llamo al hospital esta noche".
Narración: Shettles fue derecho a un laboratorio en el piso 16. Después de años de frustración y desilusión, creía que estaba a punto de hacer historia.
Narración: En los años treinta, científicos de Harvard habían dominado la fecundación in vitro en conejos. Pero el óvulo humano se negaba a revelar sus secretos.
Lee Silver, Genetista: Nadie había visto un embrión humano. De hecho, las primeras etapas de la embriogénesis humana, nadie las había visto. Eran un producto de nuestra imaginación. Asumimos que existían porque asumimos que la reproducción humana era igual que la reproducción en otros mamíferos.
Narración: Los experimentos de Harvard despertaron la atención de John Rock, uno de los más destacados especialistas en fertilidad. Rock vio enseguida el potencial que tenía la FIV para ayudar a las mujeres infértiles. En 1938, contrató a la investigadora Miriam Menkin, quien tenía experiencia con la FIV en conejos, para empezar la experimentación en humanos.
Margaret Marsh, Historiadora: Varios centenares de mujeres habían accedido a que fecundaran sus óvulos. Sin éxito. Semana tras semana, sin éxito. Ensayando diferentes técnicas, sin éxito.
Narración: Durante los siguientes seis años, ella recordaba, el fracaso se volvió rutina. Los martes, Menkin buscaba óvulos en los ovarios extraídos de las pacientes quirúrgicas de Rock. Los miércoles, mezclaba los óvulos con esperma donado por estudiantes de medicina. Los jueves, rezaba. Luego, los viernes venía la desilusión, no había fecundación. En la mañana del 6 de febrero de 1944, la rutina de Menkin finalmente se rompió.
Margaret Marsh, Historiadora: Tenía un bebé en casa al que le estaban saliendo dientes y no había dormido en dos noches. Fue al laboratorio, hizo la fecundación y estaba observando al espermatozoide atacar al óvulo. Estaba observando al espermatozoide dar vueltas. Y estaba cansada. Sintió que no podía levantarse. Así que expuso el óvulo al esperma por un período de tiempo más largo.
Narración: Cuando Menkin miró en su microscopio, quedó atónita al ver las 2 células en el óvulo fecundado.
Margaret Marsh, Historiadora: Miriam Menkin, cuando vio el primer óvulo fecundado, quedó completamente deslumbrada. Fue, ella dijo, el espectáculo más profundo del mundo. No podía dejar de mirarlo.
Artículo médico: Life Begins in a test tube. Por: Joan Younger
Narración: La noticia del logro se difundió rápidamente y la prensa acuñó el término "bebé probeta". La reacción sorprendió a John Rock. Mujeres infértiles lo inundaron con cartas rogando por la nueva y prometedora tecnología. Pero justo cuando la pionera investigación estaba despegando, Rock recibió pésimas noticias. Miriam Menkin le dijo que se iba siguiendo a su esposo a su nuevo trabajo en Carolina del Norte. Sin Menkin, el proyecto tambaleó y John Rock pronto abandonó los experimentos. La investigación de la FIV se paralizó.
Para muchos estadounidenses en los años cincuenta, la idea de los "bebés probeta" parecía salida de las páginas de novelas de ciencia ficción.
Margaret Marsh, Historiadora: Nadie sabía que podría pasar cuando pones esperma humano y un óvulo humano en un plato y luego lo haces crecer y lo implantas en el útero de una mujer. Nadie sabía que podría pasar.
Robin Marantz Henig, Escritora, Pandora's Baby: How the First Test Tube Baby Sparked the Reproductive Revolution: Había un grupo de personas que pensaba: "Esto va más allá de lo que es apropiado para los científicos, esto es pisotear el trabajo que le pertenece únicamente a Dios y a la naturaleza".
Narración: Pero Landrum Shettles veía las cosas de manera diferente. Estaba convencido de que la fecundación in vitro era la siguiente frontera científica.
Robin Marantz Henig, Escritora, Pandora's Baby: How the First Test Tube Baby Sparked the Reproductive Revolution: Shettles parecía tener casi una obsesión con el óvulo humano. De hecho, dormía en su oficina. Tenía siete hijos y una esposa en un pequeño apartamento en la Avenida Claremont en el Upper West Side de Manhattan y escogía quedarse en la calle 168 en el hospital. Y en la mitad de la noche estaba por ahí, en los pasillos, con su bata blanca ondeando detrás suyo.
Georgianna Jagiello, Genetista: Yo lo veía en el pasillo en su bata médica verde a todas horas del día y de la noche. Era una figura medio mística en el departamento. Nadie parecía relacionarse con él específicamente y él tampoco hacía mucho por tener que ver con nosotros en el ala de investigación.
Narración: En 1955, la revista Life reportó que Shettles había logrado fecundar un óvulo humano y mantenerlo vivo tres días. El científico de 46 años era una figura pública poco común.
Robin Marantz Henig, Escritora, Pandora's Baby: How the First Test Tube Baby Sparked the Reproductive Revolution: Shettles tenía un fuerte acento de Misisipi, de sus... sus días de granjero y se parecía a… Uno de sus colegas lo llamó: "una versión grande de Truman Capote". Y su manera de ser era extraña porque no miraba a la gente a los ojos. Él era…era raro. Tenía algunas de las características que uno pensaría como de un genio. No podía vivir del todo en este mundo.
Narración: En 1960, Shettles publicó Ovum Humanum, un atlas fotográfico mostrando microscópicos óvulos humanos, llamados oocitos, en la fase inicial del desarrollo.
Georgianna Jagiello, Genetista: Eran únicos. Aquí tenías oocitos humanos. Esperma, uno había visto, pero muchos de nosotros habíamos trabajado con ratones y vacas y ovejas y monos y especies de ese tipo, pero ver uno humano era muy emocionante; fotografías realmente apasionantes.
Narración: A lo largo de los años sesenta, Shettles luchó por crecer un embrión hasta que fuera lo suficientemente grande para reinsertarlo en el útero. Luego, en 1969, quedó atónito cuando se enteró de que dos investigadores británicos iban más adelante que él. Después de una serie de descubrimientos, el fisiólogo Robert Edwards y el ginecólogo Patrick Steptoe estaban listos para implantar embriones en el cuerpo de una mujer. Los "bebés probeta" ya no eran una fantasía. Estaban en el horizonte.
Ilustración: Un Mundo Feliz
Narración: Muchos estadounidenses estaban horrorizados.
Lee Silver, Genetista: La idea de que podías tomar un embrión humano, el cual has creado en una placa de Petri, lo cual ya es muy antinatural y anormal, y luego tomar ese embrión y ponerlo de nuevo en el útero de una mujer y que nazca un bebé era espantoso para la mayoría de la gente. Incluso los científicos y la mayoría de los médicos se sentían incómodos.
Robin Marantz Henig, Escritora, Pandora's Baby: How the First Test Tube Baby Sparked the Reproductive Revolution: Realmente creían que, si ibas a jugar con óvulos y esperma en una placa de Petri y hacer un bebé, podías hacer un daño cromosómico real y crear monstruos.
Robert George, Experto en el Ámbito Jurídico: En últimas, ni las pruebas en animales podían decirnos si esto realmente sería seguro en humanos. Entonces había personas advirtiendo que simplemente no deberíamos ir por este camino. Muchas personas estaban preocupadas: "Vendremos a ver la producción tecnológica de niños como superior a la larga porque en el novedoso Mundo Feliz estaremos en condición de asegurar que los niños malsanos e imperfectos no nazcan".
Arthur Caplan, Especialista en Bioética: Bueno, creo que había miedo de sentar un precedente que, si les servía a las parejas infértiles, entonces tal vez la gente empezaría a decir: "¡Ey!, yo quiero un bebé inteligente, o un bebé atlético, o alguna otra característica deseable en mi bebé", y si podías escoger el espermatozoide y el óvulo entonces, tal vez, así es como todos tendremos bebés. Se trataba de eugenesia. Se trataba de hacer superbebés, bebés perfectos, mejores bebés.
Narración: En Washington, las entidades federales pasaron una moratoria para la financiación de la FIV.
Dr. Howard Jones, Experto en Fertilidad: El progreso de la FIV en EE. UU. lo obstaculizó enormemente el hecho de que los Institutos Nacionales de Salud, la agencia más importante en adjudicar recursos, o al menos con la mayor cantidad de dinero, no consideraba ninguna aplicación para la FIV. Estaba claro que, los opositores bloquearon la financiación federal de la FIV.
Narración: En el Hospital Columbia Presbyterian, los administradores estaban cada vez más preocupados de que la investigación de Shettles pusiera en peligro la reputación del hospital.
Arthur Caplan, Especialista en Bioética: Este era un lugar muy conservador. Se enorgullecía de ser, pongámoslo así, no el primero en llegar, tal vez el segundo en llegar y eso estaba bien porque la gente que llegó de primeras no siempre sabía lo que estaba haciendo.
Narración: Los jefes de Shettles le advirtieron repetidamente que no se pasara de la raya a la experimentación humana.
Robin Marantz Henig, Escritora, Pandora's Baby: How the First Test Tube Baby Sparked the Reproductive Revolution: Si un individuo cualquiera hace investigación que va en contra de alguna reglamentación, como hacer investigación en humanos sin pedir permiso, entonces todos los subsidios federales están en peligro.
Narración: La tarea de proteger los intereses del Hospital Columbia Presbyterian le correspondía al Dr. Raymond Vande Wiele, director del Departamento de Ginecoobstetricia.
Arthur Caplan, Especialista en Bioética: Ray Vande Wiele era muy conservador, orientado enfáticamente hacia valores morales, particularmente, valores religiosos. Este es un tipo que es "El capitán del barco". Era un tipo grande y a cargo.
Narración: Vande Wiele degradó a Shettles a una posición de bajo perfil con pocas responsabilidades. Pero a Landrum Shettles no lo disuadían tan fácilmente. Aún tenía acceso a un laboratorio y siguió su investigación en la FIV. Los grandes científicos, pensaba, avanzan la ciencia desafiando el pensamiento convencional.
Gente gritando
Manifestantes con una pancarta: Aborto gratuito y para todos
Narración: En enero de 1973, la Corte Suprema falló en Roe contra Wade legalizando el aborto y desató uno de los debates más polarizados en la historia de la nación.
Manifestantes con una pancarta: Adopción, no aborto
Manifestantes con una pancarta: Abortar es matar
Narración: El rumbo de la FIV en EE. UU. se vería enredado ahora con la polémica sobre el estado del embrión.
Manifestantes con una pancarta: Igualdad de derechos para todos "los que no han nacido".
Reverendo Richard McCormick, Sacerdote Católico: Parece que para lograr una fecundación in vitro exitosa en el laboratorio, debe haber una cantidad de óvulos fecundados y por supuesto, solo uno va a pasar por el proceso de transferencia del embrión al útero. Ahora, ¿qué haces con el resto? ¿Qué son?
Arthur Caplan, Especialista en Bioética: Así que cuando surgió el tema de hacer fecundaciones in vitro es posible que tuvieras que investigar el embrión y eso inmediatamente planteó la pregunta: "Bueno, ¿Qué es un embrión?". Y eso inmediatamente planteó la pregunta: "¿Cuándo empieza la vida?".
Manifestantes con una pancarta: Marcha por la Vida
Manifestantes con una pancarta: No más matanza... ¡Ya!
Margaret Marsh, Historiadora: Tienes cada vez más voces antiaborto diciendo: "para crear un embrión que se pueda transferir al útero de una mujer, toca destruir todos estos embriones en el camino de la investigación y eso es participar en un asesinato".
Narración: Opositores del aborto empezaron a presionar al Gobierno federal para prohibir la investigación con embriones. Landrum Shettles creía que era ahora o nunca. Si no actuaba rápidamente, el gobierno podría disponerse a prohibir la FIV.
Ese otoño, aceptó probar el procedimiento en una pareja de la Florida. Doris y John Del-Zio llevaban cinco años casados. Doris tenía una hija de su primer matrimonio. Aun así, quería un hijo con John.
John Del-Zio: Creía que la mala parte de la vida estaba atrás y que teníamos algo por venir, que quizás podíamos mirar hacia adelante y construir un futuro para los dos. Ambos estábamos divorciados. Pensé que este podía ser el momento de empezar de cero.
Narración: Pero una ruptura de apéndice había destrozado sus trompas de Falopio dejando una cicatriz y a Doris, infértil.
Doris Del-Zio: Cuando te dicen que eres incapaz de concebir un hijo, es horrible. No le voy a dar un hijo a John. Es mi fracaso. No el de John. Es mi fracaso.
Narración: Doris se sometió a tres dolorosas cirugías para despejar sus trompas de Falopio. Cada intento fracasó. Su cirujano, Dr. William Sweeney, le urgió que parara.
Doris Del-Zio: Dijo: "Creo que usted se está crucificando con todas estas cirugías". Dijo: "Yo sé que quiere un bebé, pero tiene que aceptar el hecho de que simplemente, no puede tener hijos". Y yo no podía aceptar esa realidad.
Narración: A regañadientes, Sweeney decidió contarle a Doris acerca de Landrum Shettles y del arriesgado procedimiento que estaba desarrollando para circunvalar las trompas de Falopio. Shettles podía extraer un óvulo de su ovario, fecundarlo en una placa de Petri y devolverlo a su útero.
Doris Del-Zio: De niña yo tuve polio y siempre creí que gracias a que los doctores me ayudaron a superar la polio, que estaban en un pedestal y que podían hacer hasta lo imposible y como me habían ayudado a caminar de nuevo y a vivir una vida normal, que iban a ayudarme con esto.
John Del-Zio: Pensamos que este hombre es "el hombre", este es el tipo que va a alcanzar el éxito de lo que queríamos y no se nos ocurrió no seguir adelante con eso.
Narración: Landrum Shettles no le contó a nadie en Columbia Presbyterian que iba a proceder con un experimento de FIV en humanos. Solo, en un laboratorio del piso 16, mezcló el óvulo de Doris y el esperma de John en un tubo de ensayo y lo puso en una incubadora a 98 grados. Más tarde ese día, una joven científica entró inesperadamente al laboratorio.
Georgianna Jagiello, Genetista: Ella vio este inusual tubo de ensayo como marrón oscuro rojizo con un tapón rojo, lo que quería decir que era un químico, no estéril. Y vino a mi oficina y dijo: "Quiero que vea esto porque no sé qué es y tal vez no debería estar ahí".
Narración: A las ocho de la mañana del día siguiente, Raymond Vande Wiele supo del experimento que se llevaba a cabo a la vuelta de su oficina. Vande Wiele se enfureció.
Arthur Caplan, Especialista en Bioética: Me imagino que Vande Wiele se puso como loco; si los periódicos se enteraban de este experimento, podría afectar negativamente la financiación de Columbia, algún tipo de autoridad legal podría entrar diciendo: "¿Qué están pensando, haciendo esto en el laboratorio?" y solo la mala publicidad podría hacerle daño al departamento.
Narración: Vande Wiele le ordenó a un miembro del personal que sacara el tubo de ensayo de la incubadora, sabiendo que eso destruiría el espécimen. Luego, fue en búsqueda de Shettles.
Arthur Caplan, Especialista en Bioética: Casualmente, yo estaba en el pasillo donde quedaba ginecoobstetricia y de repente, aquí viene Landrum Shettles volando por el pasillo, casi corriendo, si no corriendo, entonces cerca y a toda carrera da la vuelta a la esquina. Y yo estoy como: "¿Qué fue eso?". Y lo viene siguiendo, 30 segundos detrás Raymond Vande Wiele, un hombre mucho más grande y esto es más como un remolque en el pasillo a toda velocidad. Y tiene la cara roja y está enojado y murmurando. Y da la vuelta a la esquina, claramente detrás de Shettles.
Narración: Cuando Vande Wiele lo alcanzó, Shettles supo que su carrera en el hospital había acabado. El científico rebelde se vio obligado a renunciar.
Varias horas después, llamaron a John Del-Zio junto al lecho de su esposa a tomar una llamada telefónica del Dr. Sweeney.
John Del-Zio: Y Dr. Sweeney dice: "Alguien en Columbia sacó el tubo de ensayo de la incubadora y tenemos que abortar todo". Yo dije, le pregunté: "¿Nada se puede salvar?". Dijo: "No, no, es… olvídese de todo esto". Y ambos estábamos atónitos. Y me dijo, el Dr. Sweeney me dijo: "No sé qué decirle a ella".
Narración: A medida que oscurecía sobre la ciudad, Doris yacía sola en el cuarto de hospital. El teléfono sonó. Era Landrum Shettles.
Doris Del-Zio: Dijo: "Lo siento mucho, Doris". Dijo: "No puedo creer que hayan hecho esto". Y yo le dije: "¿Quién hizo qué?". Él dijo: "¿No sabes?". Y yo dije: "No, ¿de qué estás hablando?". Dijo: "El Dr. Vande Wiele destruyó los especímenes". Y yo dije: "No, no pudo… no pudo...no pudieron… no pudieron". Y me acosté ahí toda la noche. Y no pude dormir. Estaba ahí acostada llorando. Y temprano a la mañana siguiente, antes del alba la puerta se abrió y Dr. Sweeney entró… Y él se acercó y me abrazó y me dejó llorar. Ese fue el final de mi… mi sueño. Y fue el principio de una pesadilla.
Narración: De vuelta en su casa en la Florida, Doris Del-Zio no podía dejar atrás el pasado.
John Del-Zio: Era distante, no quería ni, nada que ver, eh, sexualmente, sabes. Y durante un largo tiempo, la afectó de esa manera. Uh... Ella ya no sentía como una mujer.
Narración: Entonces John recibió una llamada de Landrum Shettles.
John Del-Zio: Y Dr. Shettles me explicó que, si no hacemos algo para mostrar que nos habíamos opuesto a las acciones del Dr. Vande Wiele, entonces tal vez, procedimientos de experimentación como este no podrían seguir en Estados Unidos en el futuro.
Doris Del-Zio: Y yo estaba realmente molesta en este punto porque no quería ir a un pleito. Dije: "John, no puedo afrontarlo". Y él dijo: "tenemos una demanda". Pero no podían hacerlo sin mí.
Narración: Los Del-Zio demandaron a Columbia Presbyterian por un millón y medio
de dólares, acusando a Raymond Vande Wiele de infligir serio dolor mental y angustia. El progreso de la FIV en Estados Unidos estaba a punto de pasar del laboratorio al juzgado.
En Inglaterra, Edwards y Steptoe estaban transfiriendo óvulos fecundados de vuelta al cuerpo de las madres. Pero los embriones no se adherían. 1, 2, 10, 100 transferencias y ningún embarazo.
Dr. Howard Jones, Experto en Fertilidad: El problema era que muchas veces cambias dos o tres cosas y luego si sospechas que algo está funcionando, no estás seguro de cuál fue. Así que se volvió algo muy problemático, de prueba y error y todo ese tipo de cosas para que todos los pequeños detalles estuvieran en orden.
Narración: Por casi una década, ambos perseveraron sin fondos del gobierno. Luego, en noviembre de 1977, lograron un embarazo exitoso para una operaria llamada Lesley Brown. La suerte de la FIV estaría en la salud de este bebé.
Mientras el mundo esperaba la llegada del primer "bebé probeta", la demanda de los Del-Zio finalmente llegó al tribunal.
Doris Del-Zio: Yo estaba anonadada. Toda la calle estaba cerrada. Había vehículos de la televisión y cámaras por todas partes. Había gente corriendo detrás de mí. No sabía de donde salían. Era de locos. Y se arremetían contra mí con micrófonos. El tribunal estaba completamente lleno de gente de todas partes del mundo: de Sudamérica, de China, de Japón. ¡No podía creerlo! No podía creerlo. Me senté ahí completamente anonadada.
Narración: La prensa apodó al caso de Del-Zio: "el juicio de la muerte del bebé probeta".
Reportero, material de archivo: ¿Cómo se siente?
Doris Del-Zio, material de archivo: Nerviosa y optimista.
Reportera, material de archivo: La defensa... la defensa dice que este procedimiento hubiera arriesgado su vida. ¿Está de acuerdo con eso?
Hombre, material de archivo: Sin comentario.
Doris Del-Zio, material de archivo: Sin comentarios. Lo siento.
Hombre, material de archivo: El Dr. Shettles no tiene ningún comentario.
Dr. Landrum Shettles, material de archivo: Sin comentarios.
Robin Marantz Henig, Escritora, Pandora's Baby: How the First Test Tube Baby Sparked the Reproductive Revolution: Los Del-Zio dijeron que algo les habían hecho Raymond Vande Wiele y el Hospital Columbia Presbyterian. Y la defensa eligió en su lugar llevar a juicio a Landrum Shettles.
Reportera, material de archivo: ¿Cómo se siente con respecto al bebé?
Dr. Landrum Shettles, material de archivo: No tenemos ninguna opinión sobre el asunto. Gracias.
Hombre, material de archivo: Por favor dejen pasar al doctor.
Robin Marantz Henig, Escritora, Pandora's Baby: How the First Test Tube Baby Sparked the Reproductive Revolution: Lo presentaron como un científico que alguna vez fue prometedor, que ya no podía hacer su trabajo, que tomaba atajos y que era tan inepto que era imposible que hubiera estado realmente creciendo un embrión.
Reportero, material de archivo: La defensa alega que el procedimiento era rudimentario. ¿Cómo defiende su manejo de él?
Dr. William Sweeney, material de archivo: Bueno, yo creo que el Sr. Lindbergh voló el Atlántico en el Spirit of St. Louis. No puedo comparar al Spirit of St. Louis con un 707, pero llegó a París. Si el Sr. Lindbergh, sentado en Long Island, si hubieran destruido su avión antes de despegar no hubiera llegado a París. Y eso es exactamente lo que nos pasó a nosotros. Teníamos un avión listo para volar a París y alguien lo destruyó.
Narración: Una vez empezó el juicio, los abogados de Vande Wiele llamaron a Doris al estrado. Durante los siguientes tres días, una serie de abogados la interrogaron.
John Del-Zio: Están defendiendo a Columbia, un gigante. Y aquí estábamos, defendiéndome a mí y a Doris. Era como David y Goliat.
Robin Marantz Henig, Escritora, Pandora's Baby: How the First Test Tube Baby Sparked the Reproductive Revolution: Y en un punto, uno de los abogados dice: "¿Por qué puso esta demanda?". Ella dijo: "No quería que esto volviera a pasar". Y él dijo: "¿Quiere decir que no quería permitir el tipo de experimentación imprudente que hizo Landrum Shettles?". Que era, obviamente, la defensa, sabes: "esto fue experimentación imprudente". Y ella dijo: "No, no quería que nadie más tuviera a un Dr. Vande Wiele matando a su bebé".
John Del-Zio: Sabe: "Usted mató a mi bebé". La… su respuesta todo el tiempo fue "que eso iba a ser mi bebé y usted mató a mi bebé".
Robin Marantz Henig, Escritora, Pandora's Baby: How the First Test Tube Baby Sparked the Reproductive Revolution: Y hubo una especie de silencio en el tribunal y el abogado dijo: "Usted no quiere decir eso. Usted no pensó que eso era un bebé". Y ella dijo: "¡Sí! Sí era. Él mató a mi bebé".
Doris Del-Zio: Hasta el día de hoy era mi bebé. Siempre será mi bebé. No sé qué bebé era, pero era mi bebé.
Narración: El 25 de julio de 1978, al noveno día del juicio, la atención en el drama del tribunal se desvió a lo que sucedía en Inglaterra.
Portada de la revista Newsweek: ¡Ese bebé!
Presentador de noticias británico: Buenas Noches. El primer bebé jamás concebido fuera del cuerpo de la madre nació en Inglaterra, el llamado "bebé probeta", nacido por cesárea. Es una niña en excelente estado de salud. "Una bebé hermosa y normal", dijeron los doctores. Dijeron que esto puede abrir el camino para algunas mujeres, no todas, que no pueden tener hijos de otra manera.
Recién nacido llorando
Narración: Con el nacimiento de Louise Joy Brown, Edwards y Steptoe habían resuelto el misterio de la reproducción humana que había eludido a Landrum Shettles.
Doris Del-Zio, material de archivo: Supongo que siempre desearé que ese fuera mi bebé. Siempre querré a mi hijo. Y sí duele un poco saber que nunca podré tener un bebé, pero no le resta a la alegría que siento por la Sra. Brown.
John Del-Zio, material de archivo: Bueno, estamos encantados por la Sra. Brown, y claro, por la ciencia, que es de lo que estamos hablando más que nada.
John Del-Zio: Estaba furioso. Dije: "No somos… no somos los primeros en el país en hacerlo". Porque estaba pensando en términos de EE. UU. siendo el primero en hacer algo como esto. Y estaba furioso inicialmente y dije: "Bueno, espero que esto le muestre al jurado que es posible, que ciertamente ahora podemos ganar este caso".
Narración: Después de un mes de juicio, el jurado declaró a Raymond Vande Wiele culpable de causar estrés emocional, pero la indemnización a los Del-Zio fue de solo 50 000 USD, una fracción de lo que pedían.
Arthur Caplan, Especialista en Bioética: Creo que la corte, al lidiar con la pregunta de qué hacer, no supo cómo compensar algo hipotético. Quizás hubieran hecho un embrión. Quizás ese embrión podría haberse convertido en un bebé. Quizás ese bebé hubiera sido normal. Es un montón de quizás y a las cortes no les gusta otorgar mucho dinero sobre la base de un montón de quizás.
Narración: Shettles nunca recuperó su reputación y los Del-Zio nunca tuvieron un bebé, pero el juicio obligó a los estadounidenses a enfrentar sus actitudes encontradas hacia la fecundación in vitro.
Aplauso
Johnny Carson en programa de televisión: ¿Le gustaría ser el primer "bebé probeta" del mundo? ¿Qué haces el Día del Padre? ¿Le mandas una tarjeta a la Corporación DuPont? (risa). Entiendo que después de concebir al bebé en el laboratorio, un par de vasos de precipitación fumaron un cigarrillo contemplando el techo.
Tecleo en máquinas de escribir
Hombre: Un "bebé probeta", en efecto. En efecto, tanto la madre como el bebé están muy bien.
Robin Marantz Henig, Escritora, Pandora's Baby: How the First Test Tube Baby Sparked the Reproductive Revolution: Estaba en la portada de todas las revistas y los periódicos y la llamaron "la bebé del siglo" y fue un todo un circo alrededor del nacimiento de Louise Brown porque… la gente había estado segura de que iba a ser un monstruo, que cuando resultó ser una recién nacida cachetona y rubia, que era preciosa, fue todo un alivio.
Phil Donahue entrevistado a los padres de Louise Brown, material de archivo: Claramente tenemos una bebé preciosa y normal. ¿No podían entrar a su casa cuando volvieron del hospital con la bebé?
John Brown, padre de Louise Brown, material de archivo: Exactamente, sí.
Phil Donahue, material de archivo: ¿Por la prensa?
John Brown, padre de Louise Brown, material de archivo: Prensa. Eh... La gente queriendo ver a Louise. Porque todo el mundo tenía la impresión equivocada.
Phil Donahue, material de archivo: ¿Cuál era la impresión equivocada, Sr. Brown?
John Brown, padre de Louise Brown, material de archivo: Bueno, cuando dicen "bebé probeta", todos tenían la idea de que iba a ser de casi 3 metros de alto y medio centímetro de ancho, sabes, algo como, sabes, sacado de una tira cómica.
Phil Donahue, material de archivo: Sí.
John Brown, padre de Louise Brown, material de archivo: Y quedaban muy, muy sorprendidos cuando la veían.
Arthur Caplan, Especialista en Bioética: ¿Quién iba a saber si los siguientes 10 bebés iban a tener defectos de nacimiento o nacer muertos o con todo tipo de problemas? Nadie. Pero el aspecto saludable y feliz de esta niña básicamente silenció a los críticos.
Narración: En EE. UU. las actitudes cambiaron rápidamente. En todo el país, parejas infértiles empezaron a clamar por la fecundación in vitro. En respuesta, los críticos de la FIV aumentaron la presión en Washington.
Artículo: El Bebé Maravilla: El Despertar de los Dilemas Morales, por Ellen Goodman.
Artículo de Opinión: Sobre la "amenaza" de los bebés probeta
Lee Silver, Genetista: La idea de la FIV empezó a extenderse en 1980. En el año 1980, Ronald Reagan fue elegido presidente y uno de los grupos que votó por Reagan era el de los republicanos: conservadores y religiosos, y Reagan se aseguró de que no hubiera financiación federal para ninguna investigación con embriones humanos.
Narración: Los políticos se apresuraron a aplacar a ambos lados.
Arthur Caplan, Especialista en Bioética: Si podía avanzar sin intervención federal, creo que la mayoría del Congreso y del poder legislativo estaba lista para decir: "Dios los bendiga. No es conmigo".
Lee Silver, Genetista: No es que la FIV estuviera prohibida, sino que no podían usar fondos federales. Así que fue una estrategia política muy ingeniosa en Estados Unidos. Se podía hacer libremente en la empresa privada, pero no íbamos a usar recursos del gobierno y en esa forma, el gobierno estaba siendo más "ético". Y esa es la forma en que toda la historia de la FIV empezó en Estados Unidos.
Narración: La FIV en Estados Unidos arrancaría de nuevo con dos médicos a punto de jubilarse. Los doctores Howard y Georgeanna Jones eran expertos en medicina reproductiva en Johns Hopkins. Incluso Robert Edwards había buscado el consejo de la pareja. Todo eso había quedado atrás.
Dr. Howard Jones, Experto en Fertilidad: Cuando Georgeanna y yo teníamos que jubilarnos, la pregunta era: ¿Qué hacemos? ¿Vamos a pescar? Le consultamos a nuestros hijos, tenemos tres hijos y votaron por unanimidad que deberíamos ir a pescar.
Narración: Los Jones estaban listos para una vida académica tranquila en Norfolk, Virginia, pero sus planes los cambio drásticamente el nacimiento de Louise Brown.
Dr. Howard Jones, Experto en Fertilidad: El reportero del periódico local vino a nuestra casa el día que nació Louise Brown. Mientras nos instalábamos, nos entrevistó acerca de esta gran cosa que había sucedido. Le dimos todo tipo de buena información y luego, al momento de irse, dijo: "¿Podría hacerse esto en Norfolk?". Y sonó como si hubiera lanzado la pregunta y yo le lancé una respuesta. Dije: "Claro que sí". Y dijo: "¿Qué se necesitaría?". Y yo dije: "Un poco de dinero".
Y como resultado de eso, un expaciente llamó y dijo: "Vi en el periódico que necesitan dinero. ¿Cuánto necesitan?". Y nunca me habían hecho esa pregunta antes y no creo que me la hayan hecho desde entonces.
Narración: Los Jones anunciaron su plan para abrir una clínica de FIV. Activistas en contra del aborto en Norfolk inmediatamente reunieron fuerzas para detenerlos.
Presentador de Noticias: Estas son las Noticias 3.
Reportera: Charles Dean es el presidente de la división de Tidewater de la Virginia Society for Human Life. Dean sostiene que los óvulos fecundados han sido y serán destruidos por los doctores en la clínica.
Charles Dean, Presidente de la División de Tidewater de Virginia Society for Human Life: Básicamente, la manipulación y la destrucción de seres humanos, pequeños seres humanos en sus primeras etapas es… tiene que ser inaceptable en toda sociedad civilizada.
Reportera: El Dr. Howard Jones que dirige la clínica in vitro, dice que "los doctores planean reimplantar todos los óvulos fecundados, no destruirlos". "Pero la fecundación, ya sea natural o in vitro no es perfecta", dice, "y en esos casos, el aborto se ofrecerá como alternativa".
Dr. Howard Jones, Experto en Fertilidad, material de archivo: Me parece a mí que sería… um, imprudente y quizás, um… incluso negligencia profesional no ofrecerles a estas mujeres la misma oportunidad que tienen las pacientes embarazadas normalmente.
Narración: A los grupos en contra del aborto les costó trabajo luchar en contra de una tecnología que les permitía a las parejas tener un bebé. El momento histórico estaba del lado de la FIV.
Arthur Caplan, Especialista en Bioética: Si tienes bebés y son el resultado biológico de esas parejas y esas parejas no tienen muchas otras opciones, creo que la mayoría de los estadounidenses dice: "¡Qué importa!". La tecnología de los "bebés probeta" es vista por casi todos los estadounidenses como una tecnología provida.
Narración: El primero de marzo de 1980, la primera clínica de fecundación in vitro en EE. UU. se inauguró. Miles de mujeres inundaron a los Jones con cartas, llamadas y telegramas rogando por el procedimiento. En los dos años después del nacimiento de Louise Brown, hubo numerosos intentos de FIV en todo el mundo, pero solo dos más con éxito. La ciencia de la fecundación in vitro estaba todavía en sus comienzos.
Lucinda Veeck Gosden, Embrióloga: Al principio, el laboratorio era como una caja negra. No teníamos un manual para seguir. No había habido una cantidad de publicaciones hasta ese punto mostrándonos: "haga esto, oprima eso, recoja esto, haga eso". Tuvimos que aprender solos a prueba y error.
Narración: Para empezar, siete parejas llegaron a Norfolk de todo el país. Siguiendo el modelo de Robert Edwards, los Jones monitoreaban los ciclos menstruales de las mujeres.
Dr. Howard Jones, Experto en Fertilidad, material de archivo: Todos están elevados, por encima de lo normal y sabemos que...
Lucinda Veeck Gosden, Embrióloga: En ese primer año trabajando con los ciclos naturales, la biología reproductiva de las pacientes nos obligaba a recoger óvulos cuando sus cuerpos lo determinaban. Así que a menudo estábamos en el hospital a la 1:30 de la mañana, 4:00 de la mañana.
Dr. Howard Jones, Experto en Fertilidad: Una de las primeras cosas fue que no estábamos seguros de que íbamos a conseguir el óvulo, "el óvulo". Y me acuerdo de volver a la oficina después de cada vez y cuando entraba, las chicas en la oficina decían: "¿Lo conseguiste?". Esa era la pregunta y la mayoría de las veces teníamos que decir: "no".
Narración: Un año después, todavía no había embarazos. Los Jones estaban frustrados.
Dr. Howard Jones, Experto en Fertilidad: Buscamos el consejo de todo el que pudimos. Un colega dijo: "Necesitan trabajar en la oscuridad. Recuerden que el esperma y el óvulo nunca han visto la luz" y entonces, al principio, usamos luces infrarrojas. Bueno, eso resultó no ser el caso. El esperma y el óvulo no tienen receptores de luz y no saben si hay luz o si está oscuro. Pero este es el tipo de cosa técnica y estoy seguro de que puedo hacer una lista de 50 de estos pequeños detalles que tuvimos que resolver.
Narración: El punto de inflexión llegó cuando Georgeanna Jones empezó a usar hormonas para estimular los ovarios a producir más óvulos.
Lucinda Veeck Gosden, Embrióloga: Su decisión de empezar a usar hormonas fue una bendición para nuestras pacientes porque en lugar de tener un solo oocito que esperábamos quedara fecundado, teníamos ahora dos o tres con que trabajar en el laboratorio y las probabilidades para las pacientes eran más altas.
Narración: Una pareja joven de Massachusetts, Judy y Roger Carr, fue una de las primeras en ensayar el nuevo método. Meses antes, Judy casi había muerto cuando un embrión se adhirió fuera de su útero. Durante una cirugía de emergencia, le extrajeron las trompas de Falopio, dejándola infértil.
Judy Carr: Mi doctor entró a la habitación con un panfleto, agitándolo, diciendo: "Bueno, no sé si está interesada en algo como esto, pero…". Dijo: "Son un marido y mujer y están empezando algo nuevo para parejas que no pueden concebir hijos. Así que, puede que quiera averiguar qué es".
Narración: En marzo de 1981, Judy empezó un tratamiento con tres inyecciones de hormonas al día. Semanas más tarde, extrajeron dos de sus óvulos y fecundaron uno.
El Dr. Jones les advirtió a los Carr que no se ilusionaran.
Roger Carr: Recuerdo que nos preguntó específicamente: "¿Eres… eres el tipo de hombre que apuesta?". Y esencialmente dijo: "Sabes, pon el dinero sobre la mesa y arriésgate".
Narración: Pronto llegaron los resultados; Judy estaba embarazada.
Judy Carr: No podemos ser así de afortunados. Esto no podía estar pasándonos a nosotros. Esto es como ganar la lotería. Sabes, uno en un millón, o lo que sea y justo somos nosotros esa pareja.
Hombre: ¿Saben cuál sexo va a ser? ¿Es demasiado temprano?
Mujer: Ahora es probablemente demasiado temprano. En tres semanas puede que sepamos.
Narración: El embarazo de Judy fue común y corriente hasta que una ecografía
generó inquietud.
Dr. Howard Jones, Experto en Fertilidad: A medida que se acercaba a término, el tamaño de la cabeza estaba en los límites inferiores de lo normal. Estábamos preocupados de que el crecimiento más lento de la cabeza estuviera asociado a anomalías en general.
Georgeanna seguía diciendo: "No te preocupes. Judy es pequeña y Roger es pequeño. Va a ser un bebé pequeño. No te pongas nervioso".
Narración: El mes siguiente, Howard Jones no pudo quitarse el miedo. En las tensas horas previas a la cesárea programada, planeó para el peor caso.
Dr. Howard Jones, Experto en Fertilidad: Había escrito un comunicado de prensa que decía que el bebé había nacido, pero había una anomalía, estábamos consternados y esperábamos que consideraran la privacidad de la paciente.
Narración: Al entrar a la sala de partos el 28 de diciembre de 1981, Howard Jones se guardó el comunicado de prensa. A las 7:46 a. m. nació el primer "bebé probeta" estadounidense.
Voz en la sala de partos, material de archivo: Va a sentir un empujón. ¿Está bien?
Narración: Pesando 2.6 kilogramos, fue mucho más grande de lo que indicaba la ecografía y en perfecto estado de salud. Los Carr la llamaron Elizabeth.
Roger Carr, material de archivo: Bueno señoras, aquí está: ¡Elizabeth!
Hombre, material de archivo: Oh, está muy bien.
Judy Carr: ¡Hola! ¡Hola! (risa)
Reportero: Dr. Howard Jones mismo hizo el anuncio.
Dr. Howard Jones, Experto en Fertilidad, rueda de prensa, material de archivo: Esta mañana a las 7:46, nació la hija de la Sra. Judith Carr, una profesora de 28 años. El padre es el Sr. Roger Carr, un ingeniero mecánico de 30 años.
Judy Carr: No solo era perfecta y normal, tenía abundante cabello en la cabeza y sabes, sana, se veía sana y rosada y… todo lo que hubieras querido.
Margaret Marsh, Historiadora: Cuando nació Elizabeth Carr, otros centros médicos se envalentonaron a seguir adelante y empezar sus propias clínicas de FIV y a decirle al gobierno: "No nos vamos a preocupar por conseguir su dinero, nos vamos a arriesgar".
Narración: En las siguientes dos décadas, Howard y Georgeanna Jones continuarían perfeccionando la fecundación in vitro y entrenarían a la primera generación de doctores de FIV en Estados Unidos.
Hombre, material de archivo: Bueno.
Narración: Para 1985, 115 niños le debían su existencia a los Jones.
Judy Carr: La primera reunión de los bebés fue quizás la más especial para mí. La escalera estaba completamente llena de padres sosteniendo a sus bebés. Y ver a todas esas parejas con sus hermosos bebés, esa fue la primera vez que vi lo que había pasado en los últimos cinco años.
Robin Marantz Henig, Escritora, Pandora's Baby: How the First Test Tube Baby Sparked the Reproductive Revolution: Fue sorprendente lo rápido que la gente se acostumbró a la FIV. Pero no realmente, si piensas en cómo la gente se acostumbra a nuevas tecnologías. Ese es el tipo de patrón que sigue, al principio parece ser abominable y es algo que por supuesto no deberíamos hacer. Y luego, por un tiempo parece ser algo milagroso. (niños riéndose). Y luego de un tiempo, la tecnología se vuelve parte del tejido de la vida cotidiana. (niños riéndose).
En 1983, diez años después de que pusiera fin al experimento de Landrum Shettles, Raymond Vande Wiele se convierte en codirector de la primera clínica de FIV en la ciudad de Nueva York. No es porque fuera un hipócrita, ni siquiera es porque haya cambiado mucho, es porque la sociedad cambió y la FIV se volvió la siguiente cosa que hacer por las parejas infértiles.
Arthur Caplan, Especialista en Bioética: Aparecieron clínicas en todas partes. Algunos programas ponían ocho embriones al tiempo para tratar de tener la mayor probabilidad de éxito. Otros lugares decían: "Eso es inmoral. Solo vamos a usar tres". Algunas personas tratarían homosexuales. Algunas personas tratarían madres solteras. Así que el campo terminó teniendo pocos límites, reinó el libre mercado.
Robert George, Experto en el Ámbito Jurídico: El doctor que nos dio a Louise Brown recordaba haberla visto en la placa de Petri y decir: "era hermosa entonces y es hermosa ahora". Existen diferencias muy profundas y fundamentales entre los estadounidenses sobre algunas preguntas éticas básicas: cómo consideramos al ser humano, cómo consideramos la vida humana. No estamos de acuerdo en esas preguntas.
Narración: Desde el nacimiento de Elizabeth Carr, más de 400 000 bebés han nacido
por FIV en EE. UU. Hay ahora más de 2 millones de "bebés probeta" en el mundo.